Instalación de suelo radiante

La instalación de suelo radiante en nuestras viviendas durante los meses de más frío del año es fundamental para mantener el confort, y una instalación de suelo radiante puede ser ideal. Para conseguir ese confort es importante elegir el idóneo en función de las características propias de cada casa sin olvidar que debe ser un sistema eficaz y, al mismo tiempo, rentable.

La rentabilidad y la eficacia, además, no tienen por qué estar reñidas con el uso de un sistema de calefacción medioambientalmente sostenible. De hecho, una instalación de suelo radiante es uno de los tipos más rentables, eficaces y sostenibles.

Aunque parezca un invento nuevo, la verdad es que este sistema ya se usaba en la época romana. Su concepto, la sencillez con que se plantea cómo calentar una casa, viene de la lógica más elemental: el calor tiende a subir, por lo que si la fuente de calor está debajo este subirá desde el suelo para calefactar el resto de la estancia.

Pero no es esta la única ventaja de una instalación de suelo radiante. Además evitaremos tener que poner radiadores en las paredes, con lo que ganamos espacio y ahorramos en su compra y en su mantenimiento. Aparte de que siempre nos queda la duda de dónde deben ponerse para que cumplan mejor su función.

Por otra parte, su eficiencia es mayor por lo anteriormente expuesto, porque el calor se reparte mejor y, por si fuera poco, la sensación es mucho más agradable y no quedan espacios en la habitación en los que notamos que la temperatura no es la ideal. Este efecto se conoce como estratificación del aire, y con el suelo radiante desaparece.

Esa agradable sensación frente a otros tipos de calefacción también se nota en que con el suelo radiante tampoco se resecará el ambiente.

En cuanto a su funcionamiento, como trabaja a una temperatura cercana a la temperatura ambiente para iniciar el proceso de calentamiento, no es necesario llegar a los cerca de 80 grados o más que necesitan otros tipos de calefacción, lo que supone un ahorro considerable.

Como hemos visto hasta ahora, todo son ventajas a la hora de realizar una instalación de suelo radiante, pero… Siempre hay un pero, aunque, y, como es habitual, tiene que ver con el precio.

Rentabilidad y ahorro de la instalación de suelo radiante

Ahorra en calefacción con la instalación de suelo radiante

Es cierto que el suelo radiante requiere de una inversión mayor de entrada, por eso es recomendable instalarlo cuando se está construyendo, ya que si vamos a hacerlo una vez está construida la cada tendríamos que hacer una obra un poco mayor (levantar baldosas, parqué etc.), aunque también se puede aprovechar el momento en el que estemos de obras.

Sin embargo, no es menos cierto que es un tipo de calefacción que en un corto-medio plazo es más rentable por los motivos que hemos explicado en los párrafos anteriores.

Debemos tener en cuenta que no se trata solo del gasto inicial cuando hablamos de instalar un sistema de calefacción, sino, tanto o más importante, cuánto será el gasto mensual por el consumo.

Este gasto no se deriva solamente del sistema de calefacción elegido, porque influye, y mucho, el sistema elegido para generar ese calor (gasoil, pellet, aerotermia, etc.), pero sí que se verá incrementado frente a otros sistemas que dependen exclusivamente de la electricidad.

También, como indicábamos al principio, es fundamental que antes de pensar en la instalación de suelo radiante sepamos que nuestra casa debe contar con determinadas características. La más importante, que el suelo tenga la altura necesaria para poder hacer la instalación correctamente.

La instalación de suelo radiante hará que nuestro suelo (el recrecido el suelo, como se dice en el argot de las instalaciones de calefacción) «crezca» o se eleve entre 10 y 12 centímetros. Esto se debe a que para la instalación de suelo radiante hay que poner diversos materiales como las propias tuberías por las que circulará el agua caliente hasta un panel aislante que evitará filtraciones y humedad y, por último, la instalación del suelo propiamente dicho.

Instalación adecuada del suelo radiante

Instalación y ahorro con la instalación de suelo radiante

La verdad es que la instalación de suelo radiante, una vez conocemos su funcionamiento, no parece difícil si contamos con los materiales adecuados. Pero, cuidado, no es aconsejable arriesgarse a hacer una autoinstalación en un tema tan delicado y tan importante para nuestro hogar.

Debemos pensar que, ya que hemos decidido hacer una inversión importante para nuestro hogar es mucho mejor confiar en profesionales con experiencia. Una empresa experta en la instalación de suelo radiante lo hará bien, lo hará rápido y, además, nos dará una garantía por su trabajo, aparte de que, dependiendo del acuerdo, también se podrá ocupar de su mantenimiento.

Sobre todo porque, como hemos dicho, la instalación de suelo radiante precisa de una obra importante y, si no se hace correctamente, tendríamos que volver a hacerla de nuevo con el consiguiente gasto.

De nuevo, volviendo al tema del ahorro energético, lo recomendable es acudir a profesionales de la calefacción que nos aconsejen cuál es el mejor sistema para mantener nuestra casa caliente. Si, finalmente nos decidimos por la instalación de suelo radiante después de hacer cálculos, lo que podemos tener claro es que habremos elegido uno de los mejores sistemas de calefacción del mercado y que no nos arrepentiremos.

La prueba de ello la podemos encontrar en otros países en los que los meses de frío son mayores. El caso ejemplar es el de los países nórdicos. En la mayoría de ellos el suelo radiante es el sistema más utilizado, así que por algo será.

Con este ejemplo también comprobamos que da igual el tipo de casa que tengamos, puede ser de madera o de ladrillos, porque lo importante es, como ya dijimos, el suelo y disponer de un lugar en el que «esconder» el equipo de distribución.

Y, hablando de este equipo de distribución, es otra de las ventajas de la instalación de suelo radiante, ya que su tamaño permite ponerlo en sitios de la casa en los que no podríamos poner otros, por ejemplo, dentro de armarios o dentro de un hueco de la pared especialmente acondicionado para ello.

En definitiva, la instalación de suelo radiante, a la larga, es uno de los mejores sistemas de calefacción para un hogar.

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